lunes, 26 de mayo de 2014

LA CUENCA DEL DUERO

Cuando estudiábamos los principales ríos de España, los afluentes del Duero que debíamos estudiarnos eran el Pisuerga y el Esla por el norte o margen derecho y el Adaja y el Tormes por el sur o margen izquierdo. Pensaba que no era muy útil saberse los afluentes de los ríos ya que sólo se estudiaban unos pocos, pues todos los afluentes del Duero que conocía, (a excepción del Pisuerga), no estaban incluidos en la lista y que algo parecido debería suceder con el resto. Además, en el caso particular del Duero se ignoraba su parte portuguesa.

Yo, en mi Aranda natal, veía como el casco antiguo estaba bordeado por los ríos Arandilla y Bañuelos que desembocan en el Duero en el misma casco urbano y que ahora bañan entre los dos a cuatro de los parques de la ciudad. Igualmente, en las localidades próximas de Peñafiel o Roa, los ríos Duratón y Riaza mueren en el Duero tras haber creado unas preciosas hoces en la provincia de Segovia. Incluso por el pueblo de mis padres, Curiel, pasaba el arroyo Horcajo que moría en el Duero tras emerger del subsuelo en forma de manantial unos cuatro kilómetros antes. Ahora, dicho manantial abastece de agua potable al pueblo.

Para mí el Duero es el río al que tengo asociada mi vida. Siendo natural de Aranda de Duero y siendo mis padres de un pueblecito llamado Curiel de Duero que dista 44 kilómetros por carretera de Aranda, (lugar en el que pasé casi media vida, hasta los 20 años), siempre he estado acompañado por el transcurrir de sus aguas. He visto las Fuentes del Duero, sitas en la falda sur del Pico Urbión, que pertenece al Sistema Ibérico y al término municipal de Duruelo de la Sierra (Soria), donde nace a unos 2.160 metros sobre el nivel del mar. Lo he visto en su transcurso por Soria, Almazán o San Esteban de Gormaz. Siempre me ha acompañado en mis estancias en Aranda o en los incontables viajes a Curiel o a Valladolid. Y lo he vuelto a ver transcurriendo por Tordesillas, Toro o Zamora, entre otras localidades. Aún no lo he visitado cuando se convierte en río Douro al atravesar la frontera y pasar a tierras portuguesas para ir a morir al Océano Atlántico formando previamente un bonito estuario en Oporto.

El río Duero tiene 897 km de largo, de los que 572 recorren territorio español y 213 tierras portuguesas, siendo navegable en este tramo. Durante 112 km hace de frontera entre ambos países, en un espacio en el que el cauce del río se hace estrecho y profundo, formando los denominados Arribes del Duero.

Posee la mayor cuenca hidrográfica de la península ibérica, al ocupar 98.073 km², de los que 78.859 km² corresponden al territorio español y 19.214 km² al portugués. El 98% de la superficie de la cuenca española es castellanoleonesa, siendo el resto gallega, aunque también abarca mínimamente las comunidades autónomas de Cantabria, La Rioja, Castilla-La Mancha, Extremadura y Madrid. Es el río de mayor caudal absoluto de la península ibérica con un caudal medio de 675 m³/s y un caudal absoluto de 13.660 hm³/año y con sus 897 kilómetros de longitud, es el tercer río más largo de la península, tras el Tajo y el Ebro, discurriendo por las provincias españolas de Soria, Burgos, Valladolid, Zamora y Salamanca, y por los distritos portugueses de Braganza, Guarda, Vila Real, Viseu, Oporto y Aveiro y bañando las denominaciones de origen vinícolas españolas de Ribera del Duero, Arlanza, Cigales, Rueda, Toro, Tierra de León, Tierra de Zamora y Arribes del Duero y otras seis denominaciones portuguesas, entre las que destaca la de Oporto.

Tiene una tupida red de afluentes que recoge aguas de la Cordillera Cantábrica, el Sistema Ibérico y el Sistema Central, todos ellos responsables de su elevado caudal. Por el margen izquierdo o sur recibe las aguas de los ríos Tera, Rituerto, Escalote, Talegones, Mome, Riaza, Duratón, Cega, Adaja, Zapardiel, Trabancos, Guareña, Tormes, Uces, Froya, Huebra y Águeda en la parte española y Aguiar, Côa, Teja, Torto, Távora, Varosa, Cabrum, Bestança, Paiva y Arda en la parte portuguesa, mientras que por el margen derecho o norte recibe las aguas de los ríos Izana, Ucero, Arandilla, Bañuelos, Gromejón, Jaramiel, Pisuerga, Valderaduey, Hornija y Esla, en la parte española y Sabor, Tua, Corgo, Támega y Sousa en la parte portuguesa.

Los afluentes más importantes son, sin duda, el Esla y el Pisuerga, ambos provenientes de la Cordillera Cantábrica. El Pisuerga, con unos 288 kilómetros de longitud y un caudal absoluto de 2.516 hm³/año, nace en el glaciar Covarrés, al norte de la provincia de Palencia, y atraviesa las ciudades de Aguilar de Campóo, Venta de Baños, Valladolid y Simancas para desembocar en el Duero a unos seis kilómetros de dicha localidad. Sus afluentes son el Esgueva (que se le une en Valladolid tras transcurrir 127 kilómetros por el valle que lleva su nombre), el Carrión (que pasa por Palencia en sus 197 kilómetros de recorrido y que tiene un caudal de 579 hm³/año), el Arlanza (de 172 kilómetros y un caudal de 936 hm³/año), el Valdavia (de 79 kilómetros y un caudal de 163 hm³/año), el Odra y el Burejo. Cabe destacar que en su desembocadura el Pisuerga tiene un caudal ligeramente superior al del Duero (2.001 hm³/año), de ahí el famoso dicho que dice “el Pisuerga lleva el agua y el Duero la fama”. El Esla, el más caudaloso de sus afluentes, tiene unos 288 kilómetros de longitud, (aproximadamente unos cien metros más que el Pisuerga), y un caudal absoluto de 5.266 hm³/año. Nace en la Fuente del Naranco (al norte de la provincia de León), crea los embalses de Riaño y Ricobayo y desemboca en el Duero en el municipio zamorano de Villalcampo. Sus afluentes son el Aliste, el Tera (de 140 kilómetros y 822 hm³/año y que crea el lago de Sanabria), el Órbigo (de 108 kilómetros y un caudal de 1.576 hm³/año), el Cea (de 163 kilómetros y un caudal de 282 hm³/año), el Bernesga (que pasa por León en sus 83 kilómetros de recorrido y tiene un caudal de 619 hm³/año) y el Porma (de 79 kilómetros y 803,7 hm³/año). Al igual que sucede con el Pisuerga, en su desembocadura el Esla tiene un caudal ligeramente superior al del Duero.

El Tormes es el afluente más importante de la margen izquierda. Nace en Prado Tormejón (Sierra de Gredos) y desemboca cerca de Fermoselle (Zamora) tras pasar por Salamanca, recorriendo 149 Km y aportando un caudal absoluto de 1.272 hm³/año. Sus únicos afluentes son los ríos Almar y Corneja. También por la margen izquierda, el río Águeda con 176 Km de longitud y un caudal absoluto de 720 hm³/año, sería el siguiente en importancia. Nace en el manantial del Puente de los Llanos en Navasfrías, (Salamanca), pasa por Ciudad Rodrigo y durante 40 kilómetros hace de frontera natural entre España y Portugal hasta su desembocadura en Barca de Alba (Portugal). Otro afluente importante de la margen izquierda es el Adaja que tiene 176 kilómetros de longitud y un caudal absoluto de 413 hm³/año, de los que más de la mitad (256 hm³/año) se los aporta el Eresma tras 134 kilómetros de recorrido desde la sierra de Guadarrama hasta Matapozuelos, pasando por Segovia.

El resto de afluentes tienen una aportación inferior a los 400 hm³/año, siendo los más importantes:

Afluente
Caudal Abs.
Longitud
Nacimiento
Desembocadura
Támega
394 hm³/año
145 Kms.
Laza (Orense)
Entre-os-Rios (Portugal)
Huebra
259 hm³/año
134 Kms.
Peña de  Francia
Saucelle (Salamanca)
Cega
232 hm³/año
149 Kms.
Navafría (Segovia)
Pte. Duero (Valladolid)
Valderaduey
186 hm³/año
158 Kms.
Mte. Riocamba (León)
Zamora
Duratón
161 hm³/año
114 Kms.
Somosierra (Madrid)
Peñafiel (Valladolid)
Riaza
143 hm³/año
113 Kms.
La Quesera (Segovia)
Roa de Duero (Burgos)

Como ya se ha comentado, el 98% de la parte española de la cuenca hidrográfica del Duero corresponde a Castilla y León, lo que significa que el 84% del territorio castellanoleonés está incluido en la cuenca del Duero (sólo se queda fuera el norte de Burgos y el noroeste leonés) y que la práctica totalidad de la cuenca del Duero se corresponde con Castilla y León. Posiblemente fuera éste el principal argumento para la constitución de Castilla y León como región y comunidad autónoma en 1981, pues aunque dicha constitución se basó en argumentos históricos, esos argumentos quedaron de lado a la hora de establecer otras fronteras dentro del territorio del Estado, como fue la creación de las comunidades autónomas de Cantabria y La Rioja, vinculadas con este movimiento fronterizo.


lunes, 12 de mayo de 2014

LA SINTONÍA RADIOFÓNICA

Cuando comenzamos nuestro periplo universitario, todos los que compartíamos piso, al irnos a la cama, por lo general, escuchábamos la radio hasta dormirnos, cada uno en su habitación. Por aquel entonces, el programa “El Larguero” de la Cadena Ser, dirigido por José Ramón de la Morena, estaba comenzando a hacer sombra a “Supergarcía en la Hora Cero” de Antena 3 Radio, el indiscutible líder durante los últimos años y dirigido por el gran José María García. Nosotros solíamos intercalar ambos programas, aunque preferíamos “El Larguero”. Era más divertido y dinámico ya que José María García, fiel a su peculiar estilo, se podía tirar días y días hablando del mismo tema, en función de sus últimas investigaciones.

Estando en nuestro segundo año universitario, “El Larguero” era nuestro preferido y lo lógico es que a las doce de la noche, en el piso se oyera la canción “Ra, ra, ra” del cantautor sevillano Benito Moreno que, por entonces, era la sintonía del programa y así lo ha sido durante unas dos décadas. Incluso el Chopo, que solía sacarse un dinerillo tocando la dulzaina por ciertos pueblos de Castilla próximos al suyo, nos solía tocar dicha sintonía, entre otras canciones, con las que nos acababa aburriendo, salvo cuando teníamos invitados en casa.

Curiosamente, cuando la Vuelta a España que se estaba disputando ese año hizo incursión en tierras castellanas, José Ramón de la Morena hizo alusión en su programa a que un colaborador suyo le tenía que tocar la sintonía del programa con la dulzaina.

Se dio la casualidad de que el 1 de Mayo en la Vuelta Ciclista a España se disputaba una cronoescalada con final en el puerto de Navacerrada, etapa idónea para ir a verla en directo. A pesar del dilema moral que nos suponía, pues el primero de Mayo lo reservábamos para asistir a la manifestación, nuestro amor al ciclismo acabó venciendo y decidimos finalmente acudir a presenciar la etapa en directo. Para ello, los cinco que por entonces compartíamos piso en la calle Imperial de Valladolid, (Marcos, Chopo, Tomás, Toño y yo), nos subimos a mi lastrado Renault 5, a las cinco de la mañana, provistos con una fiambrera llena de filetes empanados y un termo de café con leche que me fueron suministrando gradualmente para poder llevar a buen término la expedición rumbo a Navacerrada.

Una vez allí, disfrutamos de un precioso día de montaña y, ubicados a escasos doscientos metros de la línea de meta, pudimos presenciar durante unas cuatro horas el paso de todos y cada uno de los ciclistas que seguían en competición, disfrutando de un excelente día de ciclismo. Por cierto, aquella etapa la ganó Alex Zülle aunque al final fue Tony Rominger quien se acabó llevando la Vuelta.

Al finalizar la etapa nos acercamos a la meta donde, entre otras, estaba ubicada la unidad móvil de la Cadena Ser donde José Ramón de la Morena estaba hablando a través de un Motorola de los “de entonces” con los estudios centrales de su emisora.

Cuando José Ramón de la Morena terminó la conexión me acerqué a él para comentarle que mi amigo Chopo tocaba la dulzaina y que sabía tocar la sintonía de “El Larguero”, tal y como él había pedido en su programa. En cuanto se lo dije, con una sonrisa muy propia suya se acercó al Chopo para comprobarlo y, allí mismo, el Chopo le tocó la sintonía ante la algarabía de éste y de sus  colaboradores, citándonos en su hotel de Segovia para proceder a la grabación.

Así hicimos. Montamos los cinco en el coche y nos fuimos, puerto abajo, hasta el mismo centro de Segovia. Allí conocimos a gran parte del equipo de la cadena Ser, entre los que destacaba el ex ciclista Marino Lejarreta, y después de intercambiar algunas palabras con ellos, el Chopo grabó la sintonía con la simple ayuda de uno de los micrófonos que ellos utilizaban. Durante unos meses todas las noches estuvimos escuchando la dulzaina del Chopo en la sintonía de El Larguero, hasta que finalizó el Tour de Francia a finales de Julio, acompañada en ocasiones por algún chascarrillo que José Ramón de la Morena lanzaba a costa del tamboril, que había sido añadido por ellos y que decía ser tocado por alguno de sus técnicos y que nos servía para echarnos unas risas con el Chopo.

Al año siguiente, la etapa prólogo de la Vuelta a España fue una contrarreloj individual en Valladolid que recorría parte de la ciudad. Por entonces vivíamos en la céntrica Plaza Poniente y dicha etapa transcurría justo al lado de allí, por lo que fuimos a verla y nos ubicamos justo en la curva opuesta a donde vivíamos, a poco más de cien metros de nuestro portal.

Debido a ello, el programa “El Larguero” se emitió esa noche en directo desde Valladolid y los cinco del piso acudimos a presenciarlo. Al finalizar el programa, el Chopo se encontró con el gran Javier Mínguez, (en aquel momento ex director de los equipos BH y Amaya Seguros y que posteriormente también fue director del Vitalicio, además de ser el actual seleccionador nacional). Por aquel entonces Javier Mínguez era colaborador del programa y el Chopo le conocía por distintas estancias de éste en Arandilla, (pueblo del Chopo). En cuanto le vio le dijo que se tocara algo con la dulzaina, (que el Chopo solía llevar encima muy a menudo dentro de su funda de cuero), y se montó una pequeña fiesta improvisada. Evidentemente, en cuanto lo oyó José Ramón de la Morena se fue hacia el Chopo y se empezaron a preguntar el motivo por el que le conocía cada uno. Javier Mínguez desconocía que el Chopo grabó el año anterior la sintonía del programa con la dulzaina, aunque sí que le había visto tocar en su pueblo. El caso es que el Chopo fue invitado por la Ser a seguir en directo la siguiente etapa que partía de Valladolid y llegaba hasta Salamanca.

Al día siguiente, el Chopo vivió toda una jornada de ciclismo en vivo con el equipo de la Cadena Ser, participando en el programa de “El Larguero” de esa noche que se emitió desde Salamanca. José Ramón de la Morena le hizo algunas preguntas acercas de las distintas ocarinas que coleccionaba y acabó tocando en directo la sintonía del programa con la ocarina más pequeña que tenía y que solía llegar colgada de un cordelito a modo de cadena. En esa Vuelta a España volvió a sonar diariamente en el programa la sintonía que el propio Chopo había grabado un año antes con su dulzaina.