jueves, 14 de abril de 2016

LOS SIETE SABIOS DE GRECIA

Cuando era niño y contradecía a mi madre, ella me solía preguntar sarcásticamente acerca de si me creía que era uno de los sabios de Grecia. Esa referencia hacia los sabios de Grecia no la volví a escuchar hasta que empecé a cursar la asignatura de Filosofía en Bachillerato, a excepción de a otras madres, pues por aquel entonces el patrón educativo de nuestras madres parecía ser único y lo mismo que yo escuchaba en casa como argumentación, advertencia o reprimenda por parte de mi madre, lo volvía a escuchar en las casas de mis amigos por parte de las suyas.

Desconozco el motivo por el que se utilizaba la alusión a los sabios de Grecia de una manera tan extendida o, al menos, de una manera más frecuente a la que se pueda utilizar en la actualidad. Lo cierto es que bajo la denominación de “los siete sabios de Grecia” se engloba a siete personalidades históricas de la Antigua Grecia, entre los que hay filósofos, legisladores o gobernadores que fueron contemporáneos (todos ellos nacieron en el siglo VII a.C. y murieron en el siglo VI a.C.) y a quienes se les atribuye una serie de máximas filosóficas que sirven como referencia del pensamiento de aquella época. Dicha tradición, la de los siete sabios de Grecia, se mantuvo a lo largo de los años, habiendo llegado a nuestros tiempos gracias al doxógrafo Estobeo y su “Antología de extractos, sentencias y preceptos”, al filósofo Platón y su diálogo “Protágoras” o al historiador Plutarco y su obra “Ágape para siete sabios”.

La relación más extendida de los siete sabios de Grecia es la realizada por Estobeo, la misma que, varios siglos después, utilizó Plutarco en su obra, y estaría formada por:

Tales de Mileto: Filósofo y matemático que vivió entre 625 a.C. y 546 a.C. y que destacó gracias a su sabiduría práctica, a su notable capacidad política y a la gran cantidad de conocimientos que poseía. Fue el iniciador de la indagación racional sobre el origen del Universo, por lo que está considerado como el fundador de la filosofía, (creía que el Cosmos estaba formado a partir de una sustancia elemental común a todo, algo aún hoy vigente). Considerado también como el padre de las Matemáticas, por demostrar sus afirmaciones, estableció una serie de teoremas geométricos elementales que llevan su nombre, siendo el más conocido el que sirve de base para la construcción de triángulos rectángulos con la ayuda de un semicírculo. Y como astrónomo, fue capaz de vaticinar un eclipse solar el 28 de Mayo de 585 a.C., algo que asombró a sus contemporáneos y le dio un enorme prestigio. Se le atribuyen numerosas máximas. De todas ellas, me quedo con: “En la confianza está el peligro”, “La felicidad del cuerpo consiste en la salud; la de la inteligencia, en el saber” y “Lo más difícil que hay es conocerse a sí mismo; lo más fácil aconsejar a otros”

Bías de Priene: Político griego que se estima que vivió entre 620 a.C. y 550 a.C. y alcanzó gran fama como legislador. Hombre ocurrente, del que se dice que era el más sabio de todos, pasaba por ser el orador más elocuente de su tiempo y empleaba su talento en defender a los pobres. Apelaba continuamente a que el hombre es malo por naturaleza y por ello el mundo estaba lleno de maldad. Decía preferir juzgar entre enemigos que entre amigos, porque en el primer caso estaba seguro de ganar a uno de aquellos, mientras que en el segundo perdía a uno de estos. Compuso más de dos mil versos llenos de preceptos de moral sobre el modo de vivir feliz y de gobernar acertadamente. De todas sus máximas, me quedo con: “El saber es la única propiedad que no puede perderse”.

Pítaco de Mitilene: Fue un estadista griego de origen noble que vivió entre 640 a.C. y 568 a.C. y gobernó en Mitilene (Lesbos). Intentó restringir el poder de la nobleza y ejerció el poder apoyándose en las clases populares. Era famoso por su espíritu de justicia, de prudencia y honestidad, llegando hasta el punto de conceder la libertad al asesino de su hijo basándose en que ‘’es mejor perdonar que arrepentirse’’. Se le considera unos de los siete sabios de Grecia por la sabiduría y prudencia con que gobernó. Es autor, entre otras, de la máxima: “Educad a los niños y no será necesario castigar a los hombres”.

Cleóbulo de Lindos: Hijo de rey, se estima que vivió entre 630 a.C. y 560 a.C. y gobernó como tirano de Lindos, en la isla griega de Rodas, de una manera ejemplar, según la versión de la época. Se le atribuyen algunos poemas líricos y más de tres mil enigmas en verso. Suya es la máxima “La moderación es lo mejor” y suyo es el aforismo “Aceptar la injusticia no es una virtud, sino todo lo contrario”.

Quilón de Esparta: Político que se estima que vivió entre 600 a.C. y 520 a.C. y lo hizo siempre conforme a sus principios. Mejoró los sistemas de control de los altos funcionarios del estado, se le atribuye la militarización de la vida civil de Esparta y la toma de las primeras medidas para la educación castrense de la juventud. Fue quien mandó grabar con letras de oro en el templo de Delfos las máximas “Conócete a ti mismo” y “No desees nada que sea demasiado ventajoso”. Suyo es el aforismo “No permitas que tu lengua corra más que tu inteligencia".

Solón de Atenas: Vivió entre 638 a.C. y 558 a.C., adquirió fama como legislador y reformador social en Atenas y es considerado como uno de los precursores de la democracia ateniense. Instituyó en Atenas un tribunal de justicia y justificó su política tendente a la igualdad de las clases sociales en una serie de poemas (los más antiguos que se hayan encontrado) que expresan su ética basada en la medida justa y en el orden correcto. Anuló todas las deudas que pesaban sobre los campesinos humildes y decretó que todos los esclavos por deudas fueran liberados, remodeló el calendario y reguló los pesos y medidas. Su máxima “Nada con exceso, todo con medida” la utilizaba como guía del comportamiento práctico de los hombres.

Periandro de Corinto: Vivió entre 668 a.C. y 584 a.C. Sucedió a su padre como tirano de Corinto, propiciando la prosperidad de la región durante el período entre los s. VII-VI a. C. Desarrolló el puerto de Corinto y construyó una rampa a través del istmo de Corinto para que las naves pudieran ser arrastradas para acceder al Golfo de Corinto, evitando así tener que rodear el Peloponeso. Con los ingresos obtenidos, logró suprimir los impuestos y llevó a cabo una sistemática política colonial de conquistas. Pero igualmente, eliminó a todos aquellos aristócratas que podían amenazar su poder. Se apoyó sobre la plebe contra la nobleza y emprendió represiones violentas. Pero la larga estabilidad de que gozó Corinto bajo su mandato contribuyó a que fuera incluido en el grupo de los sabios de Grecia, aunque fuera por adulación, ya que fue un tirano atroz, cometiendo, a pesar de su sabiduría, toda clase de excesos y crímenes, como hizo saber Aristóteles. Es autor de la máxima “Sé previsor con todas las cosas”.

Platón no incluyó en su lista de los siete sabios a Periandro, pues consideraba que éste no era merecedor de tan distintiva consideración. En su lugar puso a Misón de Quene, un labrador del Peloponeso que aborrecía a los hombres y que aun así sus contemporáneos declararon como el más honrado de los hombres. Su origen humilde y el vivir alejado de la civilización le hicieron ser mucho menos conocido. Se le atribuye la célebre máxima "Conócete a ti mismo".