Hace año y medio estuve de
vacaciones en Estados Unidos para hacer un recorrido por los Parques Nacionales
de la costa Oeste. Después de visitar Yellowstone y los parques nacionales de
Utah (Canyonlands, Arches y Bryce Canyon), tocaba llegar hasta Page (Arizona),
para visitar el Antilope Canyon. Habíamos planificado llegar al hotel a las dos
de la tarde para dejar el equipaje, comer, pasar la tarde en el Lago Powell y
ver atardecer en Horseshoe Bend (o Curva de la Herradura), el espectacular
meandro en forma de herradura que traza el río Colorado poco después de dar el
salto a la presa del lago Powell. Así que a las dos de la tarde estábamos en la
recepción del hotel para pedir la habitación cuando nos enteramos de que en
Page y en casi todo Arizona (lo de “casi todo Arizona” tiene una explicación)
era una hora menos, a pesar de usar el mismo huso horario que Utah. Esto se
debía a que Arizona y Hawai son los dos únicos estados de todo Estados Unidos
que no aplican el horario de verano.
A partir de aquí, tuvimos una
especie de odisea horaria, ya que Arizona no aplica el horario de verano, pero
dentro de Arizona se encuentra gran parte de la Nación Navajo (un territorio
autónomo de 71.000 Km2 y con gobierno propio que se extiende a lo
largo de Arizona, Utah y Nuevo México) que sí que aplica el horario de verano,
y dentro del territorio navajo está la reserva Hopi que ocupa 6.557 Km2
y que aplica el mismo horario que Arizona. Y por si esto fuera poco, hay
lugares que aun perteneciendo a la Nación Navajo son administrados por el
gobierno, como el Parque Nacional de Monument Valley (nuestro siguiente
destino) y se rigen por el horario del estado en el que está ubicado, (en este
caso Arizona).
Así estuvimos tres días, con
continuos cambios horarios según nos movíamos entre la nación Navajo, la
reserva Hopi, el estado de Arizona y la pequeña incursión que realizamos para
ver el Valle de los Dioses, (aledaño de Monument Valley, pero que está en Utah),
lo que provocaba que tanto la radio del coche como nuestros móviles estuvieran
continuamente cambiando de hora y marcando, cada uno, una hora diferente en
función del momento en el que se sincronizaban. Es más, al tercer día de haber
llegado a Arizona, según íbamos hacia el Gran Cañón tuvimos que hacer una
parada obligada en una ciudad llamada Tuba City, ya que no había otro lugar donde
comer o repostar en 75 millas (unos 120 Km) a la redonda. Lo hicimos, más o
menos en el medio de la ciudad en un establecimiento que estaba justo en la
carretera. Allí nos encontramos con la paradoja de que un lado de la carretera
tenía un horario y el otro de lado de la carretera tenía otro. Eso era debido a
que, aunque para nosotros todo parecía ser una única ciudad, Tuba City era lo
que estaba a nuestra derecha y lo que estaba a nuestra izquierda era la ciudad
de Moenkopi (ciudad Hopi en plena Nación Navajo), sólo separadas por la
carretera.
Todo este follón horario nos
duraría un día más, ya que la desincronización entre nuestros teléfonos y la
radio del coche (que también se sincronizaba automáticamente), nos provocó un
pequeño susto de camino al helipuerto del Gran Cañón.
Lo curioso de todo esto es que hasta
mediados y finales del siglo XIX cada lugar tenía su propio horario en función
de la posición solar. Por ejemplo, en España en el siglo XIX, la hora oficial
hacía referencia al meridiano de Madrid, pero cada provincia tenía su propia
hora local en función de sus coordenadas. Esto no suponía mucho trastorno, ya
que los transportes y las comunicaciones se realizaban a muy baja velocidad y
los minutos de diferencia horaria entre los distintos lugares no afectaban. Sin
embargo, la aparición del ferrocarril y los horarios de éste, supuso la
necesidad de buscar una cierta coordinación horaria, aunque con la aparición
del telégrafo esta necesidad se convirtió en urgencia.
La primera uniformización horaria
se realizó en Gran Bretaña por parte de las compañías ferroviarias que crearon el
Railway Time (la “hora del ferrocarril”) en 1840, basándose en la hora de Greenwich
(el actual GMT), lo que provocó que todo el país adoptara dicho horario de
forma extraoficial, hasta que en 1880 se hizo oficial. Este hecho, unido a que
otros países como Estados Unidos y Alemania ya habían adoptado soluciones
similares de uniformización horario provocó un intento de uniformización
horario a nivel mundial. Así, en 1884, se celebró en Washington la Conferencia
Internacional del Meridiano, a propuesta del presidente estadounidense Chester
Arthur, donde se decidió que el meridiano que atravesaba el Real Observatorio
de Greenwich iba a ser el meridiano inicial (0º) y se iba a tomar como
referencia para la hora mundial. Aunque algún país se resistió en un primer
momento, todos los países acabaron adoptando estas resoluciones en los años sucesivos,
creándose así el Tiempo Universal Coordinado (UTC), también llamado Tiempo del
Meridiano de Greenwich (GMT).
A partir de esta decisión, nacen
los husos horarios, definiéndose inicialmente 24 husos horarios que se
correspondían cada uno con una franja delimitada por dos paralelos distanciados
15º de longitud. Como la Tierra es esférica, dicha franja tendrá una distancia máxima
de 1670 Km en el ecuador y una distancia mínima y nula en los polos. En función
de la situación de cada país en el mundo y de los paralelos por los que era
atravesado, cada uno fue adoptando el tiempo solar medio correspondiente a su huso
horario (o sus husos horarios, en función del tamaño de cada país) o a un huso
horario adyacente.
Así, en España, en función de la
latitud a la que se encuentra Madrid en la que un huso horario abarca unos
1.300 Km, se decidió un único horario para toda la península y otro para las
islas Canarias y territorios africanos, (aunque esto último se oficializó en
1922). Igualmente, como las coordenadas del meridiano que atraviesa la Puerta
del Sol de Madrid pasaron a tener una longitud de 3º41’31” dirección Oeste, la
hora solar en el reloj que rige el horario de España pasó a ser UTC-0:14:46.
Esto significó que España adoptase el huso horario UTC, o UTC+0, a partir del 1
de Enero de 1900. Sin embargo, el 16 de Marzo de 1940, el huso horario que adoptó
España fue UTC+1 durante el periodo de invierno y UTC+2 durante el periodo de verano.
El motivo fue un gesto de simpatía del gobierno franquista hacia la Alemania
nazi después de que Alemania impusiera en Francia el horario alemán tras
invadirla, unido a que Gran Bretaña y Portugal ya habían hecho lo mismo un año
antes por razones bélicas durante la II Guerra Mundial, aunque estos dos
últimos países volvieron al horario UTC al terminar la guerra.
Sin duda, la aplicación de la
uniformización horaria ha terminado con que cada localidad aplique un horario
diferente, aunque no ha acabado con que atravesar una frontera nacional o
regional suponga cambiar de horario oficial que puede ser de hasta dos horas
debido a la aplicación de los horarios de verano. Este salto se hace más brusco
cuanto se traspasa por cualquiera de los 76 Km de frontera que hay entre China
y Afganistán, concretamente de tres horas y media. Como China tiene un horario
único (a pesar de los 5.500 Km que mide de Este a Oeste) las diferencias con
algunos de sus países vecinos son superiores a una hora (tres horas con
Pakistán, Tayikistán y la zona horaria rusa de Vladivostok, dos horas y media
con India, dos horas y cuarto con Nepal y dos horas con Bután y Kazajistán).
Por cierto, en las pasadas
elecciones del 20 de Diciembre, Ciudadanos planteó que España debería volver al
huso horario solar que le corresponde (UTC+0). Particularmente creo que
cambiando el huso horario, sin cambiar los hábitos o los horarios, se
conseguiría lo contrario a lo que se persigue. La hora de referencia para
acostarse en España suele ser las doce de la noche, lo que se corresponde con
la medianoche en horario solar por lo que o se modifican los hábitos o la hora
real ha de estar una, dos o incluso tres horas por encima de la hora solar
local, tal y como ha querido realizar el parlamento balear al aprobar una declaración
institucional para mantener el horario de verano (UTC+2) y así tener más horas
de sol por la tarde. Además, no sólo España está fuera del huso horario solar
que le corresponde, también lo están países próximos como Francia, Bélgica,
Holanda y Luxemburgo, y a lo largo del mundo son muchos más los países ubicados
fuera del huso horario que aplican. Creo que a muy poca gente le importa
despertarse de noche en invierno e ir al trabajo mientras amanece con tal de
tener una hora más de sol por la tarde.