De niño, tenía la idea de que el
que ganaba la Copa de Europa había sido el mejor equipo de Europa ese año y que
ciertos equipos que habían logrado ganarla durante varios años consecutivos,
habían sido equipos invencibles. Por ese motivo, tenía mitificados a equipos a
los que no llegué a ver, como el Real Madrid de Di Stéfano, el Ajax de Cruyff y
el Bayern de Beckenbauer, por ganar dicha competición varios años de manera
consecutiva, (cinco el Real Madrid, tres el Ajax y el Bayern). Sin embargo, después de
ver partidos de esas épocas y de analizar esos años con profundidad, resulta
que no fueron equipos tan invencibles como parecían haber sido, pues el Real
Madrid de Di Stéfano sólo ganó dos de las cinco ligas en las que fue campeón de
Europa y el Bayern de Beckenbauer sólo ganó una de las tres ligas. El Ajax no
ganó la liga de 1971 a pesar de que la liga holandesa prácticamente es una
competición de tres, pero es que el Feyenoord de principios de los 70 era un
equipo muy potente que fue campeón en 1970.
Hasta 1998, la
Copa de Europa (ahora Liga de Campeones) a pesar de ser el torneo más
prestigioso de Europa y del mundo, sólo permitía la participación de un equipo
por país (el campeón de liga de la temporada anterior) lo que no garantizaba
que fueran los mejores equipos de la temporada en curso. Cuando terminaba la
competición, quien la ganaba recibía el título de campeón de Europa, pero no
siempre se daba el caso de que quien ganaba era el mejor equipo de Europa en
ese año, sino más bien los casos en los que ha ocurrido eso han sido pocos.
Sólo 29 de los 62 campeones fueron capaces de ganar su liga nacional el año que
ganaron la Copa de Europa, lo que supone el 46,77% y eso que ha habido hasta 12
campeones provenientes de ligas menores o menos competidas, donde el número de
aspirantes al título de liga se reduce a poco más de tres equipos, como sucede
en las ligas holandesa, portuguesa, escocesa, rumana o yugoslava. Además, esta
estadística se ha visto mejorada notablemente durante los últimos años, (desde
que es Liga de Campeones) pues llegó a ser de escasamente el 33% en los años 80.
Ser el mejor de Europa sin ser el mejor de tu país ya es un principio de
controversia importante.
Todo esto se debe, tal y como he
comentado, a que los equipos que competían cada año eran los campeones
nacionales del año anterior, por lo que la mayoría de las ediciones de la Copa
de la UEFA contaba con un cartel de equipos en liza mucho más potente que la
Copa de Europa. Por este motivo, en la mayoría de las ediciones el mejor equipo
del año no solía hacerse con la Copa de Europa. Además, al tratarse de una
competición corta, mediante eliminatoria directa por sorteo puro sin cabezas de
serie, el azar jugaba una baza muy importante en la resolución de los
campeonatos. Por todo ello, se han plantado en la final o en las semifinales
muchos equipos con un nivel mucho más bajo de lo que exigiría una competición
de esta categoría y algunos de los campeones no lograron ni siquiera quedar
entre los cinco mejores equipos de su país en el año que fueron campeones de
Europa, como sucedió con el Bayern en 1975 que acabó 10º, el Aston Villa en
1982 que acabó 11º, y la Juventus en 1985 y el Chelsea en 2012 que acabaron
sextos.
La Copa de Europa de clubes fue
creada en 1955 por la UEFA, a partir de una propuesta del diario francés
L’Équipe, que pretendía crear una competición a nivel europeo para poder
designar de una manera oficial al mejor club de Europa. En esos momentos se
diputaban dos competiciones a nivel europeo, la Copa Latina (desde 1949) y la
Copa Mitropa (desde 1911 pero de manera discontinuada). La Copa Latina
enfrentaba en una final a cuatro a partido único a los campeones de las ligas
española, portuguesa, francesa e italiana, jugándose en la misma temporada en
la que los equipos se habían proclamado campeones de liga y poco después de que
dichas ligas finalizaran, por lo que al campeón de dicha competición sí que se
le podía considerar como el mejor equipo latino del año, de no ser por la salvedad
de que se jugaba a partido único (semifinales y final) y uno de los cuatro
equipos participantes era el anfitrión por lo que partía con ventaja. La Copa
Mitropa era disputada por equipos de diferentes ligas de Europa Central
(Austria, Checoslovaquia, Hungría, Italia, Yugoslavia, Rumanía…), siendo muy
prestigiosa hasta el comienzo de la II Guerra Mundial.
La propuesta del diario L’Équipe
surgió como respuesta a los ecos de un partido disputado en Inglaterra el 13 de
Diciembre de 1953 entre el Wolverhampton Wanderers (por aquel entonces líder la
liga inglesa) y el Honved de Budapest, que estaba integrado por la práctica
totalidad de la selección húngara que era la máxima favorita para llevarse el
Mundial de Suiza 54 y que acababa de humillar a la selección inglesa, a la que
había vencido 3-6 en Wembley y 7-1 en Budapest. Aquel partido disputado en el
estadio Molineux de Wolverhampton acabó con victoria local por 3-2 y sirvió
para resarcir el honor inglés y para que la prensa inglesa proclamara al Wolverhampton
Wanderers como mejor equipo del Mundo.
Como se quería saber quién era el
mejor equipo de Europa, se ideó una competición corta en la que participasen
todos los campeones nacionales mediante el método de eliminatoria directa por
sorteo puro. Sin embargo, en la primera edición sólo participaron los 16
equipos que la UEFA invitó en reconocimiento por su implicación para organizar
este torneo, habiendo sólo ocho campeones nacionales. No participaron ninguno
de los dos equipos que disputaron el partido que provocaron su creación. La
asociación de fútbol inglesa (FA) no permitió la participación de ningún equipo
inglés, por lo que ni Chelsea (campeón) ni Wolverhampton (subcampeón) pudieron
participar. Por su parte el Honved de Budapest tampoco lo hizo, a pesar de
ganar la liga húngara, ya que el representante húngaro invitado por la UEFA fue
el Voros Lobogo (actual MTK Budapest). Así, la final de la primera edición de
la Copa de Europa enfrentó a Real Madrid y Stade de Reims, siendo una reedición
de la final de la Copa Latina del año anterior.
La Copa de Europa suele ser una
competición corta a eliminatoria directa, por lo que se dan paradojas de que
muchos campeones tengan unas estadísticas muy pobres y otros equipos con
estadísticas más brillantes se quedan en el camino. Pasa también con el Mundial
de Selecciones, donde no se pretende conocer quién es el mejor equipo de todos,
sino que se pretende realizar un torneo de alto nivel donde participen los
mejores (que en caso de la Copa de Europa son los mejores del año anterior).
Precisamente, esos campeonatos cortos, a eliminatoria directa y a partido
único, han provocado que selecciones que marcaron una época como Hungría en
1954, Holanda en 1974 y 1978 (que perdió ambas finales frente a los
anfitriones) y Brasil en 1982 no se hayan podido proclamar campeones aun siendo
equipos notablemente superiores al resto. En estas competiciones, nunca se ha
pretendido saber quién es el mejor equipo sino que se ha pretendido crear un
torneo corto entre los mejores a eliminatoria directa. Si se hubiese querido
saber quién es el mejor de Europa, (o del Mundo en el caso de selecciones
nacionales) se hubiera creado un formato de liga, pero eso ya va en contra de
los intereses de las propias federaciones que forman la UEFA.
En la Copa Europa, al igual que
en los citados mundiales, se han dado paradojas muy significativas con equipos
que han ganado la Copa de Europa en la misma temporada en la que han acabado su
liga doméstica a una distancia enorme del campeón. Así, en 1956 el Real Madrid
acabó a 10 puntos del Athletic de Bilbao, en 1975 el Bayern quedó 10º a 16
puntos del Borussia Monchengladbach y en 1980 el Nottingham Forest acabó a 12
puntos del Liverpool. Con la instauración de los tres puntos por victoria, en 1982
el Aston Villa quedó 11º en la liga inglesa a 30 puntos del Liverpool, en 1989
el Milán acabó a 12 puntos del Inter, en 1998 el Real Madrid acabó a 11 puntos
del Barça, en 2003 el Milán acabó a 11 puntos de la Juventus a la que venció en
la final en la tanda de penaltis, en 2005 el Liverpool acabó a 37 puntos del
Chelsea, en 2007 el Milán acabó a 26 puntos del Inter y en 2012 el Chelsea acabó
a 25 puntos del Mánchester City. En el caso de haber existido una liga europea,
el palmarés habría cambiado notablemente y se parecería más bien poco al
palmarés de la Copa de Europa. Además, equipos como el Honved de Budapest, el
Atlético Madrid, la Fiorentina, el Borussia Monchengladbach o el Everton, que
nunca triunfaron en la máxima competición europea, podrían haberse proclamado
campeones en alguna de sus ediciones. Algo que dudosamente hubieran
conseguido otros equipos que sí lograron proclamarse campeones alguna vez como
Steaua de Bucarest, Oporto, PSV Eindhoven o Estrella Roja de Belgrado.
Sin duda, una liga europea
hubiera resuelto ese dilema de saber quién es el mejor o quiénes son los
mejores equipos del año, aunque una competición corta a eliminatoria directa es
más espectacular y hace que equipos menos fuertes tengan más posibilidades de
ganar. Con la creación de la Liga de Campeones y la progresiva concentración de
poder económico en un número cada vez más reducido de equipos, se está provocando
que las ligas domésticas sean más desiguales y pierdan interés. No promover la
creación de una liga europea es una pérdida de oportunidad que cada vez tiene
menor sentido, más aún con la desigualdad reinante en las primeras fases del
torneo más importante del mundo, que es la Liga de Campeones.