lunes, 6 de mayo de 2013

LA INCURSIÓN PERIODÍSTICA

A principios de los 90, la radio libre Radio Iris 7 reanudó su emisión, siguiendo las directrices de la Coordinadora de Radios Libres y como medida de presión al Gobierno para aportar una solución a la denegación de las licencias, después de haberlas cesado a instancias del Gobierno Civil que forzó a la Concejalía de Juventud de Aranda de Duero al cese de las emisiones mientras se solicitaba una licencia que finalmente fue denegada por cuestiones políticas.
Debido a dichos problemas, en ese momento, la Asociación Socio-Cultural Iris 7 contaba con un número muy pequeño de asociados. Jero, hermano de mi amigo Marcos, se puso en contacto conmigo para realizar algún programa de radio, pues no había gente suficiente para cubrir la programación. Acepté la propuesta y así nació “La Resaca Deportiva”, el programa deportivo de una hora de duración que se emitió todos los lunes de la temporada. La hora siguiente fue ocupada por un programa de música que venía a ser un monográfico de los grupos que más me gustaban, aunque esto ya lo realizaba yo en solitario.
Lo que más me gustaba de esto era el poder asistir a las ruedas de prensa. Recuerdo que Ramón Cuadrado, el entrenador de la Arandina C.F. de ese año siempre me atendía en último lugar. Un día le pregunté el porqué de ese orden y él me contestó que era para hacerlas con más tranquilidad porque disfrutaba de mis entrevistas ya que siempre le hacía preguntas incómodas y que era una lástima que él viviese en Valladolid porque le gustaría oír nuestro programa, algo que he de reconocer, me gustó oír. También me dijo que nunca sabía lo que podían escribir los demás con esas entrevistas tan complacientes, pues de las preguntas incómodas se sacan los titulares, tanto si son contestadas como si no.
Tiempo después, nació una revista de difusión local y periodicidad semanal llamada “Ecos del Duero”, que se nutrió, de forma importante, de colaboradores que estaban haciendo programas en la radio. Al no contar con sección de Deportes se pusieron en contacto con Jero  y conmigo que, a regañadientes, aceptamos la propuesta, ya que no nos fiábamos mucho de la viabilidad de dicha publicación, considerábamos que era “vendernos” y no nos acabábamos de creer el que fuéramos a tener total libertad de publicación y de compaginación de tareas, que era lo único que pedimos.
El caso es que dicha decisión fue un acierto, ya que cobrábamos por realizar lo que ya hacíamos como una mera afición y dejamos de tener problemas con las credenciales, pues en muchos sitios nos ponían demasiadas pegas por acudir con una credencial de una radio que estaba en situación de alegalidad. Gracias a ello, comenzamos a ser bien recibidos en todos los  lugares a los que decidíamos ir, a pesar de ser “dos chavales”. El presidente de la Arandina CF nos abrió su casa, al igual que el gran maratoniano Santiago Manguán, olímpico y varias veces campeón de España. Incluso no tuvimos ningún problema para acreditarnos en Valladolid en el final de etapa de la Vuelta a España, donde pudimos estar en línea de meta junto a Miguel Induráin, Marino Lejarreta o Steven Rooks entre otros. El motivo de ese viaje fue entrevistar, “desde el corazón de la Vuelta”, al ciclista arandino Carmelo Miranda, por entonces, jefe de filas del equipo Artiach, antes de que fichara por el Banesto donde brilló como gregario de Miguel Induráin. Dicha entrevista la realizamos en Hotel Meliá Parque donde estaban alojados gran parte de los equipos ciclistas, por lo que pudimos disfrutar de ver en persona a la gran mayoría de los ciclistas importantes del momento.
Pero el momento estrella lo vivimos con la disputa de la I Concentración Olímpica de la Juventud que se disputó en Castilla y León, con la celebración de la competición de fútbol en Burgos y Aranda, que cubrí junto con mi primo Jose, que por entonces era el fotógrafo de la revista. Esa semana, los deportes no sólo acapararon la portada y el reportaje central, que ya había sucedido en dos ocasiones anteriores, sino también el editorial.
Recuerdo que empezamos el sábado con el partido Argentina-México, donde aprovechamos para realizar numerosas fotografías y tuve el placer de entrevistar al gran Reinaldo Merlo, seleccionador argentino, antiguo jugador de River Plate y que posteriormente ganaría el Torneo Apertura de Argentina con Racing de Avellaneda. Fue una entrevista muy entretenida a pesar de que no reconociera el mal partido que había jugado su equipo.
Al día siguiente, a las doce de la mañana acudimos al Portugal-Israel. Sin apenas haber dormido tuvimos que aguantar otro partido soporífero. En la rueda de prensa, Carlos Queiroz, el seleccionador portugués, (posteriormente fue ayudante de Alex Ferguson en el Manchester United, entrenador del Real Madrid y seleccionador portugués absoluto), se mostró muy amable a pesar de no estar de acuerdo con las insinuaciones que realicé en mis preguntas acerca del juego de su equipo, al fin y al cabo estaba hablando con el recientemente proclamado campeón del mundo sub-20. Tras terminar su rueda de prensa se ofreció a traducir las preguntas al seleccionador israelí. Israel había acudido a la competición de fútbol para cubrir una baja de última hora, provocando la retirada de Argelia de todas las competiciones, dejando todas ellas con sólo siete participantes. Evidentemente, tenía que preguntar acerca de ello al seleccionador de Israel, para saber cuál era su opinión al respecto, ya que no estaba por allí el “lumbreras” que lo decidió. Esto provocó un gran revuelo en la sala de prensa. A pesar de las reticencias, Carlos Queiroz lo tradujo debido a mi insistencia y el seleccionador israelí hizo alusión a que no se debería mezclar deporte y política.
El que mejor se lo pasaba en las ruedas de prensa era mi primo Jose. Decía que tenía que ver las caras que ponían los distintos representantes de la organización en cada pregunta que realizaba y que un día nos iban a echar porque era el único que no “peloteaba” a los entrevistados pero que, realmente, mis preguntas eran las más interesantes.
El último partido de dicha competición en Aranda fue el encuentro semifinal España-Argentina. En la rueda de prensa tras ver de nuevo a Reinaldo Merlo, apareció Chus Pereda, seleccionador español, que como buen burgalés, se mostraba muy orgulloso del éxito de la competición a pesar de la derrota de su equipo. En Aranda, a excepción de ese partido en el que se logró una gran entrada debido a que no se cobró entrada, la asistencia media había sido de unos 50 espectadores, algo que le recordé cuando me tocó el turno. Eso, unido a que no le gustó lo que le pregunté acerca del mal planteamiento del equipo, provocó que se fuera de la rueda de prensa sin contestarme, ante las miradas desaprobatorias hacia mí del resto del personal acreditado, muchos de ellos venidos desde Burgos para cubrir el partido.
Me pareció un comportamiento muy soberbio por su parte pero me acordé de lo que me dijo tiempo atrás Ramón Cuadrado acerca de las preguntas incómodas.
Varios meses después la revista cerró y yo me fui a Valladolid a cursar mis estudios universitarios. Elegí Ingeniería Informática de Sistemas, como no podía ser de otro forma.

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