lunes, 7 de octubre de 2013

LA PELÍCULA DE LA VIDA

Tras volver de trabajar de París, retomé mi vida rutinaria con mis amigos. Comencé a coincidir con Adela en varias ocasiones y unos cuatro meses después comenzamos a quedar. Por entonces, ella estaba más centrada en su vuelta a los estudios con el objetivo de cursar Enfermería, que finalmente logró terminar, y yo estaba afrontando un reciente cambio laboral que me obligaba a viajar bastante, por lo que solíamos quedar esporádicamente.

Un día que estábamos tomando algo en una terraza junto con mis amigos, Adela nos comentó que ella veía la vida como una película en la que la mayoría de la gente desempeñaba un papel que se había ido labrando a lo largo de existencia en función de cómo quería cada uno que la gente le viese. En esa película, ella era espectadora de todo aquello. A mí me pareció una reflexión con muchos matices de brillantez, así como del reconocimiento del carácter y de las limitaciones propias, aunque el resto lo viese como una reflexión de pasividad y conformismo.

Cuando digo que tenía muchos matices de brillantez es porque la conclusión a la que llegó la realizó mediante la observación y las sensaciones recogidas, pero el comportamiento humano tiene mucho que ver con la actuación, pues éste está muy influenciado por la manera en la que se aprende y la principal manera de aprender del ser humano es mediante la imitación y la actuación no deja de ser la interpretación de un papel, es decir, la imitación de los comportamientos del personaje que se está interpretando.

La imitación es el recurso de aprendizaje más utilizado por la humanidad desde la antigüedad, (desde que se tiene registros históricos), e inclusive ha sido observada en animales, siendo un aspecto sofisticado de su inteligencia. Sirviendo como ejemplo de esto es el hecho de que mediante la copia o imitación se aprende a hablar o caminar, puesto que ya desde la infancia se fomenta esta metodología como principal forma de aprender. Esto, evidentemente, puede conllevar a que muchos niños adopten prácticamente la personalidad de alguno de sus padres, tutores o personas muy cercanas, normalmente la de la persona a la que más admiran o la de su principal instructor. El aprendizaje mediante la imitación es lo que denomina aprendizaje vicario o social y es una forma de adquisición de conductas nuevas por medio de la observación. En la terapia de la conducta este procedimiento se llama modelado, mientras que en el contexto de la psicología conductual o conductismo se denomina modelamiento.

Con el paso del tiempo entra en función la experiencia como recurso de aprendizaje complementario. Lo que podríamos denominar como método de ensayo y error es el otro método humano de aprendizaje. Éste se basa en las experiencias vividas por lo que se adopta posteriormente y es complementario al aprendizaje mediante copia o imitación. Igualmente, cuando ya se tienen unos conocimientos básicos o sólidos ya adquiridos, entra en juego como método de aprendizaje el cognitivismo, que  incluye procesos mentales que cada uno desarrolla a partir del pensamiento basándose en la lógica, es decir, partiendo de un conocimiento se pueden desarrollar otros. Una parte del cognitivismo englobaría el aprendizaje constructivista, mediante el cual se crean procedimientos propios para resolver situaciones problemáticas, lo cual implica que las ideas se modifiquen y se siga aprendiendo. Viene a ser una construcción del aprendizaje e integra la lógica, las experiencias, las motivaciones, las emociones y la pragmática del aprendizaje donde se aprende algo en función de su utilidad.

Estas pautas de aprendizaje provocan que el comportamiento humano se vea muy influenciado por los patrones que se han tomado como referencia, por lo que buena parte de ese comportamiento tiene una influencia externa muy pronunciada pudiéndose exponer que cada individuo desempeña un papel que va adaptando a su perfil psicológico, a sus preferencias y gustos y a su conocimiento del medio con el que interactúa, (lugares e individuos). Igualmente, en su interacción social, sobre todo cuando se forma parte de un grupo, cada individuo tiende a buscar una especialización dentro de ese grupo, por lo que el comportamiento también puede verse influenciado por ello. Todas estas pautas pueden hacer llegar a pensar que cada individuo interpreta un papel moldeado por las circunstancias que le acompañan en cada momento.

Por otro lado, el hecho de interpretar que ella era espectadora de esa película que le parecía que estaban interpretando la gran mayoría de la gente, entraña, desde mi punto de vista, una actitud pasiva hacia la interacción social, dejando las decisiones acerca del papel que ella debería desempeñar en manos de otros, o bien, participando en la vida social sin influir en lo que ella veía como interpretaciones ajenas.

El caso es que el año pasado, estando en la tercera edición del Vayvén Rock que se celebró en el parque de La Isla, me encontré con Adela, que hacía muchos años que no la veía. Me presentó a su hija que tendría unos tres años, de la que estaba totalmente pendiente. Por fin, Adela había encontrado su papel en la película de la vida y además el más importante, el de protagonista principal, al menos en la película de la vida de su hija.


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