viernes, 2 de enero de 2015

LA BANDERA REPUBLICANA

Recuerdo cuando la abuela de Mayka hablaba acerca de la bandera republicana en la época en la que gobernaba el PSOE con José Luis Rodríguez Zapatero a la cabeza. Ella la denominaba como la bandera morada y hablaba barbaridades acerca de un hipotético retorno de dicha bandera y de lo que representaba, a partir de la legislación de la Ley de Memoria Histórica. Por aquel entonces la abuela de Mayka llevaba varios años siendo octogenaria y su vida había transcurrido en un pequeño pueblo castellano donde, como en la gran mayoría de estos pequeños pueblos, la gente estaba mayoritariamente adaptada en mayor o menor medida al régimen franquista y todo lo adverso a éste era hostil.
 
Por su ideología, entendía el temor que podía tener a vivir en un país en el que se gobernase en contra de sus deseos, pero que una castellana descargase toda su rabia contra el color morado de la bandera republicana me parecía más que curioso, puesto que la franja morada de la bandera republicana es la denominada franja morada de Castilla.

El diseño actual de la bandera española data de 1785. Hasta entonces la bandera nacional era blanca con el aspa de Borgoña impresa de esquina a esquina, (lo fue amarilla desde el reinado de Felipe II hasta la llegada de Felipe V). Como esta bandera era utilizada por otros reinos europeos de influencia borbónica, Carlos III decide cambiarla para evitar confusiones en la armada naval. A partir de las doce propuestas que le presentó el Secretario de Estado Antonio Valdés y Fernández Bazán, escogió el primer modelo, (la actual “rojigualda”), inspirada en los colores de la bandera del antiguo Reino de Aragón, por su gran visibilidad. El cuarto modelo de la ilustración fue el seleccionado para la bandera mercante.



Este diseño ha sido el oficial a excepción del periodo de la Segunda República en el que se incorporó la franja morada, dejando las tres franjas del mismo tamaño. La inclusión del tercer color buscaba el reconocimiento al pueblo de Castilla como parte vital de un nuevo estado, bajo el supuesto de que los colores rojo y amarillo representaban a los pueblos de la antigua Corona de Aragón.

Lo curioso de la adopción del morado como representación de la bandera castellana, es que se basa en cierta imprecisión. Originalmente, la bandera de Castilla nace en la segunda mitad del siglo XII. Se trata de un castillo de tonalidad dorada impreso sobre fondo rojo carmesí o rojo grana. Esta selección pudo estar determinada por la heráldica de la esposa de Alfonso VIII de Castilla, la reina Leonor Plantagenet, (hija de Enrique II de Inglaterra), por lo que el origen de la bandera castellana estaría inspirada en el escudo de Inglaterra de la época. La confusión entre el color carmesí y el morado se debería a la tonalidad que adquiere el color carmesí con el paso del tiempo cuando está impreso en paños viejos o desgastados. En la actual bandera de Castilla y León, que data de 1230 cuando Fernando III unifica las banderas de los reinos de Castilla y de León en una sola, es el color rojo el que aparece en los cuadrantes superior izquierdo e inferior derecho dedicados a Castilla. Los otros dos cuadrantes los ocupa la bandera del antiguo Reino de León, originaria de la primera mitad del siglo XII cuando reinaba Alfonso VII.

Con respecto a la bandera del Reino de Aragón, a la que se atribuía que representaban las otras dos franjas de la bandera republicana, su origen está en las armas de linaje de los reyes de Aragón, conocido en la Edad Media como "signum nostri". Inicialmente fue un emblema familiar que posteriormente, al ser utilizado por los reyes de Aragón, pasó a ser el símbolo del reino. El primer testimonio es un emblema heráldico de Alfonso II en un sello de 1186.

Incluso el escudo republicano también hizo un guiño al antiguo reino de Castilla, ya que sustituyó la corona real por un castillo de cuatro torres.

A pesar de que aún haya gente que difame acerca de esa bandera, la republicana, lo cierto es que dicha bandera representa un periodo democrático del país donde hubo gobiernos de izquierdas y de derechas, donde el Jefe del Estado era también un cargo electo y que sólo pudo ser derrocado a golpe de fusil, a partir de un golpe de Estado y una sublevación militar que sumió a España en la pobreza y en la etapa más negra de su historia como país.

Por cierto, aunque a muchos les pueda irritar, la bandera republicana es legal, no así la simbología franquista.


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